Respetaremos como hemos hecho siempre las sentencias judiciales, pero consideramos que situaciones de extrema crueldad y violencia contra las mujeres no pueden quedar impunes ni ser tratadas con menor rigor del que merecen los hechos constatados y probados
Desde Coalición Canaria instamos a que se presenten en todas las instituciones de Canarias iniciativas para modificar el Código Penal y que no haya dudas sobre la diferencia entre abuso sexual y violación en el futuro
Igualmente, pedimos a afiliados y simpatizantes de Coalición Canaria que se sumen a todas las convocatorias y manifestaciones organizadas contra de la sentencia de “La Manada”
Canarias, a 27 de abril de 2018. Coalición Canaria lamenta profundamente que la sentencia emitida ayer por la Audiencia Provincial de Navarra, en el caso conocido por “La Manada”, considere que la acción coercitiva y violenta de cinco hombres, que culminó con una violación colectiva de una mujer, se considerara como un acto de abuso, implicando tan solo una pena de 9 años de prisión para cada uno de los acusados, cuando la propia sentencia considera como probados los actos vejatorios que ejercieron sobre la víctima.
Nos resulta desconcertante que el tribunal no entienda que haya violencia ni intimidación sobre la víctima a pesar de enfrentarse a una situación extrema en clara inferioridad, rebajando la acusación de violación, a pesar de los hechos probados, a un acto de abuso. Respetaremos como hemos hecho siempre las sentencias judiciales, pero consideramos que situaciones de extrema crueldad y violencia contra las mujeres no pueden quedar impunes ni ser tratadas con menor rigor del que merecen los hechos constatados y probados, así que esperamos que los recursos contra esta sentencia corrijan el error.
Desde Coalición Canaria instamos a que se presenten en todas las instituciones de Canarias iniciativas para modificar el Código Penal y que no haya dudas sobre la diferencia entre abuso sexual y violación en el futuro. No es admisible que el actual Código Penal permita una interpretación subjetiva que siembre dudas entre las figuras jurídicas del abuso sexual y la violación, que pueda dar lugar a sentencias que conculquen el sentido preventivo de la norma.
Para que exista una violación no solo tiene que haber fuerza física y lesiones, sino también intimidación. En el caso que nos ocupa es un hecho constatable que se ha producido una violación en grupo de una joven indefensa a manos de varios hombres que ejercieron sobre ella violencia, fuerza física e intimidación. Creemos que el Código Penal debe corregir y aclarar su articulado para que una sentencia tan denigrante como la de “La Manada” no vuelva a repetirse en el futuro.
Igualmente, pedimos a afiliados y simpatizantes de Coalición Canaria que se sumen a todas las convocatorias y manifestaciones organizadas contra de la sentencia de “La Manada”. Ninguna víctima debería sentirse sola en una situación de extrema vulnerabilidad como la de este caso y otros similares. La lucha de género es nuestra prioridad y seguiremos trabajando para cambiar aquellas situaciones injustas que no nos permiten avanzar como sociedad.
En estos momentos, todos nuestros pensamientos están con la víctima de esta salvaje violación en grupo y su familia, con los que nos solidarizamos y trasladamos todo nuestro apoyo. Ninguna víctima debería sentirse sola ni desamparada en momentos como estos que nos provocan tanta indignación a incredulidad. Especialmente cuando se ha tratado de criminalizar a la propia víctima durante el proceso judicial tratando de convertirla en culpable de lo que le sucedió. No es justo ni tolerable que tenga que ser la víctima de una violación en grupo la que deba dar explicaciones y sentirse culpable del mal que le han causado. Situaciones así no se deberían volver a repetir.
Como partido nacionalista que siempre ha defendido y lo seguirá haciendo la lucha de género, lamentamos que esta sentencia haya enviado a la sociedad un mensaje de impunidad en relación a los delitos de agresión sexual. No podemos tolerar que esta sentencia siente un peligroso precedente que lleve a las mujeres víctimas de agresiones y abusos sexuales a sufrir en silencio o se nieguen a denunciar a sus agresores por miedo a padecer un calvario judicial de resultado incierto.
Estamos convencidos de que las garantías jurisdiccionales permitirán corregir esta sentencia que consideramos injusta, intolerable y absolutamente denigrante hacia la mujer.