Rodríguez Cejas reclama al Estado financiación para que el Correíllo La Palma vuelva a navegar

El senador herreño presenta una moción en la Cámara Alta en defensa de un elemento “diferencial” del patrimonio histórico del Archipiélago

Madrid, a 28 de febrero de 2019. El senador de Coalición Canaria-Agrupación Herreña Independiente (CC-AHI), Pablo Rodríguez Cejas, ha presentado una moción en la Cámara Alta para comprometer al Gobierno central, a través de Puertos del Estado, a habilitar una partida económica que permita al Correíllo La Palma recuperar sus condiciones de navegación.

Rodríguez Cejas recuerda en su propuesta que el proyecto de restauración y rehabilitación en condiciones de navegación del Correíllo La Palma tiene sus orígenes en la Comisión creada en 1996 dentro de la Asociación Canaria de Capitanes de la Marina Mercante para salvar el buque del desguace.

La responsabilidad de esta iniciativa fue asumida a continuación por la Asociación Pro Restauración y Conservación del Correíllo La Palma, que se crea con este fin en diciembre de 1997 y que cuenta hoy en día con cerca del millar de asociados.

El senador señala que el objetivo de la moción es “garantizar la supervivencia del Correíllo La Palma como un elemento diferenciado y sostenible pero perfectamente integrado en el conjunto del patrimonio cultural Canario, siendo además una reliquia de las comunicaciones interinsulares canarias”.

A este respecto, Rodríguez Cejas realiza un breve repaso de la historia de este buque fundamental en el devenir del Archipiélago y precisa que, tal y como se refleja en la propia web de la institución, “a lo largo de 1912 llegan a Canarias y se incorporan al servicio interinsular los nuevos vapores construidos en astilleros ingleses, seis buques con nombres canarios, repitiendo el “Viera y Clavijo” y el “León y Castillo” y bautizándose su gemelo como “La Palma”. Los tres buques restantes, de menor porte y conocidos popularmente como “los playeros”, toman como este último el nombre del resto de islas periféricas, siendo bautizados como “Fuerteventura”, “Lanzarote” y “Gomera-Hierro”.

Puestos en servicio inmediatamente a su arribo a Canarias, esta flota cubrirá durante las siguientes décadas – hasta 1976 en el caso de el “La Palma”- el transporte de pasajeros y mercancías de los tráficos interinsulares canarios y con la costa del África Occidental Española.

El senador señala que desde 1912, la población canaria podía ver los correíllos interinsulares saliendo de Tazacorte para Los Sauces y Santa Cruz de La Palma, haciendo escalas en Punta Grande, El Golfo y La Restinga en El Hierro, para luego seguir hacia Vallehermoso, Hermigua, Valle Gran Rey, Playa Santiago o San Sebastián de la Gomera, continuando a Guía de Isora, Abona, El Médano y Santa Cruz en Tenerife, en el recorrido por el Sur y Este o visitar Garachico, La Orotava, San Marcos y el Puerto de La Cruz por el Norte.

De estos buques, el «León y Castillo» terminó sus días hundido en el fondo de la dársena exterior del Puerto de La Luz, en Las Palmas; el «Viera y Clavijo» fue adquirido por holandeses y convertido en museo flotante en el puerto de Zierkzee, donde se admiraba como “ el buque de pasajeros con caldera de vapor más viejo del mundo” y el “La Palma», que continúa varado en el puerto de Santa Cruz de Tenerife.