Apostemos por una renta básica de emancipación juvenil Canaria

Apostemos por una renta básica de emancipación juvenil Canaria

David Toledo Niz.- Secretario general nacional de los Jóvenes Nacionalistas de Canarias

Otra vez.

Otra vez, nos toca a los jóvenes sufrir una crisis, la segunda en 10 años. Nuestra generación, los llamados ‘millennials’ (nacidos entre finales de los 80 hasta mediados de los 90) se considera la generación más formada y preparada que ha existido. Dominamos la tecnología, las ciencias, hablamos idiomas, y absorbemos todo el conocimiento de cualquier área. Pero, otra vez, nos toca sufrir los varapalos de una crisis económica que ya llegó.

Esta vez, la merma económica vendrá a consecuencia de una terrible crisis sanitaria que nadie quería y que está asolando el mundo, pero cuando termine nos dejará un desierto laboral y económico que afectará de manera especial a los jóvenes, otra vez.

Somos la generación más preparada y con peores condiciones laborales que había existido, éramos mileuristas, de ahí a que nuestra media de edad en emancipación estaba en torno a los 30-31 años, sí, escribo estas líneas en pasado. Lo hago porque esto fue lo que éramos, ¿y ahora, hacia dónde vamos? Ahora, con un futuro incierto, con una renta seguramente más baja ¿Cual es el nuevo paradigma al que nos enfrentamos?

Los jóvenes no nos hemos adaptado a vivir precariamente, no nos ha quedado de otra que hacerlo. No hemos elegido seguir viviendo en casa de nuestros padres, es lo que nos ha tocado por un sistema obsoleto que no se ha adaptado ni en el marco educativo, ni profesional, ni en los conocimientos, ni siquiera en la forma de pensar y actuar de esta generación, que ya no es futura, que es presente.

Es por ello que debemos reconstruir la economía desde un salario base que permita que los jóvenes puedan acceder a una vivienda digna en Canarias, un elemento tan básico y tan escaso en el corto plazo. Tenemos que adelantarnos a las consecuencias del futuro, establecer unos patrones económicos que permitan el mínimo de independencia familiar, laboral y social.

Establecer una renta básica de emancipación juvenil que suplemente el bajo salario que tendrán los jóvenes, para que puedan emanciparse, crear núcleos familiares que traigan de manera secundaria un crecimiento económico consigo, un aumento de la natalidad y una mejora en toda la sociedad. Las virtudes de esta renta serían muchas: estimularía el consumo, generaría oportunidades para todos, reduciría la pobreza, etc. En definitiva, movería la economía y en estos tiempos que empezaran a correr eso es como un día de lluvia en plena sequía.

 

Han existidos intentos de llevarlo a cabo por parte del Estado Español. Funcionó durante unos años, hasta que en 2013 cancelaron esta ayuda, que costaba de 210€ mensuales a aquellos jóvenes que no superasen los 22.000€ anuales. Pero no es aquí hacia donde debe ir el debate.

Canarias es una Región Ultraperiférica y como tal está acogida a determinadas cuestiones que por lejanía la Unión Europea, (con la exigencia del Estado Español y el Gobierno de Canarias) debe responder al futuro incierto que se nos presentan a los jóvenes en Canarias. No obstante, de conformidad con el artículo 349 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, las medidas específicas y las excepciones previstas en la legislación de la UE debe ayudar a Canarias a abordar los principales retos a los que se enfrentan debido a su lejanía, su insularidad, su pequeño tamaño, su clima y topografía difíciles, y su dependencia económica de un número reducido de productos.

Es por ello que necesitamos de manera imperiosa una renta básica que asegure y aumenta la calidad de vida, que junto a una sanidad pública, al 75% de descuento en los billetes de avión (nuestra única manera de desplazarnos) y a una ayuda económica que posibilite la emancipación y autonomía de los más jóvenes, consoliden el estado de bienestar en Canarias como pilares fundamentales e inamovibles de una sociedad moderna, con unas instituciones trabajando para la gente.

Otra vez, no.

Esta vez, vamos a dar un paso adelante.