Sororidad

Una palabra usada y manipulada cuando conviene, casi siempre en el discurso, casi nunca en las acciones. Esta semana lamentablemente hemos vuelto a descubrir la incoherencia entre discurso y acciones en el pleno del Parlamento de Canarias, quien se mostraba implacable con una imputación, sin resquicio para plantear el derecho a la presunción de inocencia, y categórica en la denominación de “presunto delincuente” a cualquier investigado, guarda silencio ante el anuncio del nombramiento como viceconsejero de quien está pendiente de que  la justicia pida la apertura de juicio oral,  desplazando a una de la pocas mujeres de la consejería de Economía y empleo, que todo sea dicho de paso, se enteró a través de una entrevista en la radio el mismísimo 8 de Marzo, como regalo de Don Ángel Víctor Torres en el día internacional de la Mujer.

Desde que se produjeron los ceses de las dos consejeras de Tenerife, que no tenían la llave del gobierno, como es el caso de Noemi Santana, se perdió la paridad en el consejo de gobierno, sin que la Sra. Santana, habitual de camisa y mascarilla violeta haya abierto su boca. Pero el colmo de la falta de sororidad de la consejera de IGUALDAD, fueron sus palabras hacia otra diputada la Sra. Vidina Espino, reprochándole que siguiera una comisión de estudio vía internet por tener que cuidar a su hijo justo el día en el único día en que le es imposible acudir de forma presencial.

A estos silencios se añaden expresiones y palabras injustas e incoherentes con sus propios discursos, aunque ya nos tiene acostumbradas quien pretende dar lecciones de feminismo, pero lo realmente llamativo es que cuando llega al poder, un poder mucho mayor que el que tuvieron ninguna de sus antecesoras, asuma la complicidad que le ha llevado incluso a pedir la colaboración de la oposición para conseguir más personal, lo nunca visto, ¿empoderamiento para qué? Porque a su petición de ayuda en comisión presentamos enmiendas para incorporación de personal que, y juro que no es broma, la misma consejera votó en contra.

Desde entonces viene prometiendo la incorporación de 100 personas en dependencia, algo que aún no se ha producido, y tras la única publicación de dos convocatorias para 39 plazas sumando las dos provincias, más que insuficientes si tenemos en cuenta la no renovación hace unos meses de 30 trabajadores de dependencia, obtendremos la clara conclusión de  que  de los 100 que la propia consejera anunció esta semana que se incorporarían este mes, solo se habrá crecido en 9 efectivos por muchas veces que  la consejera trate de vender lo contrario. Una pena que su empoderamiento Sra. consejera solo sirva para mantenerse en el gobierno, y que esté dispuesta a callar lo que denunciaba cuando era oposición.